lunes

Con ustedes...JIM FLORA!!!!!!





Jim Flora había nacido en Bellefontaine, una pequeña ciudad que no llegaba a los 10 mil habitantes en el estado de Ohio, en 1914. Aficionado desde niño al dibujo y a la música, consiguió un trabajo de acomodador en dos de los teatros de la ciudad animado por el hecho de que, por tan sólo hora y media de trabajo, podía disfrutar de una butaca para ver los espectáculos. Obtuvo una beca para estudiar arquitectura en la Boston Architectural League pero al llegar a la capital de Nueva Inglaterra en plena Depresión, la dificultad para encontrar un trabajo con el que pagarse el alojamiento y la manutención le obligó a regresar a casa.
Mientras pasaba el tiempo,el Flora aficionado al jazz reflexionaba sobre lo poco acertado de las portadas con las que el sello Columbia estaba reeditando sus grabaciones de 78 rpm. Convencido de que sus dibujos podían resultar mucho más interesantes para el público y aumentar las ventas.
Al poco tiempo estaba trabajando en el departamento de música popular y jazz de la compañía, lo que le permitía, además de desarrollar un trabajo más atractivo para él, recibir los discos de sus músicos favoritos de fábrica antes de que salieran a la venta e incluso asistir a algunas de las sesiones de grabación portando su block de bocetos como salvoconducto.
Ciertamente, parece complicado imaginar a un responsable de discográfica actual, con sus postgrados en marketing o international bussines, que aceptando un trabajo en el que la expresión artística prima por encima de todas las cosas mientras se obvian informaciones como el nombre del músico o el título del disco, y que está construido con extraños personajes de mandíbulas desencajadas, ojos desorbitados, con múltiples brazos, múltiples piernas, ataviados con extravagantes vestimentas y que portan instrumentos imposibles, que parecen deformados por la fuerza de los músicos al soplarlos o golpearlos mientras la onda expansiva de sus ágiles movimientos inunda las cuatro esquinas de la carpeta dando lugar a un festival de colores y formas en el que el horror vacui es el protagonista.
Gracias Jim por tu arte y oidos sordos ( toda una paradoja) a lo que los craneos del Marketing te susurraban.
Disfruten sus dibujos.....