miércoles

Habla Fito Pàez.


De la mùsica argentina actual.

"Me siento más cómodo en Rosario, donde no se ve el debate alrededor de Blumberg. Ni el de Arjona. Ni la revista Gente. Todo el boludismo mediático no existe allá. Tal vez debería pensarse Buenos Aires un poquito a ver qué pasa, ¿no? Ha perdido mucha virulencia artística, ha ganado mucha berretada...
Porque yo recuerdo 40 mil personas cantando "Tumbas de la gloria". Andá a pensar en eso hoy, con Robbie Williams bajándose el pantalón, o los temitas de Ricardito... No me entiendas mal: lo que yo reclamo es que una historia centenaria, como la de la música popular argentina, con altos momentos estéticos y de fuerte impronta... ¡No puede ser que estemos en lo que estamos ahora! ¡Si se lo contás a alguien no se lo cree! Voy a ser más específico: para mí la cocina grossa de la modernidad argentina a nivel de música popular está en Nebbia, los grupos de Spinetta, La máquina de hacer pájaros y Seru Giran. Eso fue lo último importante que pasó. Y no estoy haciendo revisionismo. Porque te puedo hacer rápidamente una conexión entre las orquestaciones de Salgán y la manera en que Charly presenta "Cuando ya me empiece a quedar solo". O pegar las melodías de Gardel con las de Nebbia. Y el texto de "Naranjo en flor" con "Los libros de la buena memoria". Hay una cadena ahí, que en un momento, ¡tras!, desaparece. Eso es lo que me llama la atención... Ahí hay algo. Tal vez lo que pase es que somos demasiado acomplejados. Nadie se quiere meter en el gueto del otro. Porque teme perder algo, que puede que sea el público, o parte de su prestigio, o esas vanidades que no sirven para nada. Y en ese punto, al tener tan poca curiosidad, al haber acuñado una frase, el "por algo será que no me meto", eso crea una conciencia monstruosa en el tiempo. Y genera incomunicación. Y nos dejan islas. Buenos Aires es la isla más grande del mundo, te diría. Una isla en sí misma."